
Desde que empieza a salir el primer diente, es importante comenzar con la rutina de cepillado diario y hacerlo bien. Sabemos que puede ser un desafío en estas edades, ya que todos los niños comienzan a querer hacer las cosas por sí mismos. Aquí te dejamos paso a paso, cómo cuidarlos, con consejos prácticos y recomendaciones profesionales:
Para los recién nacidos, puedes limpiar suavemente las encías con una gasa húmeda después de alimentarlos o mínimo dos veces al día, especialmente antes de acostarse. Por ahora, solo utiliza agua en lugar de crema dental.
Cuando le salgan los primeros dientes, alrededor de los 4 a 6 meses, puedes empezar a usar un cepillo con cerdas extrasuaves para bebés y una pequeña cantidad de crema dental con flúor del tamaño de un grano de arroz. En términos generales, se necesita que la crema dental tenga una concentración de 1000 ppm (partes por millón de flúor) a partir del primer diente de leche y hasta los 6 años. Entre los 6 y 12 años utilizaremos una de 1450 ppm. A partir de los 12 años podemos mantener una de 1450 ppm o pasar a otra de 2500 ppm.
Realiza movimientos circulares al cepillar sus dientes y asegúrate de que no trague la crema dental.
Cepíllale los dientes con cuidado durante dos minutos como máximo, siempre utilizando un cepillo suave especial para niños. Hasta que el niño tenga la habilidad para cepillarse sólo (generalmente alrededor de los 6-7 años), es importante que los padres supervisen y, en ocasiones, cepillen los dientes del niño. Los niños aprenden observando. Sea un buen ejemplo mostrando sus propios hábitos de higiene dental.
Puedes dejar que tu hijo te ayude, pero es importante que un adulto en casa, sea el encargado de la limpieza dental.
Evita acostar al niño con un biberón de leche o jugos azucarados, y trata de limitar el consumo de alimentos y bebidas con azúcar. Opte por alimentos saludables y ricos en nutrientes como frutas y verduras.
Fomenta el uso de vasos normales a partir de los 6 meses y elimina el biberón al cumplir un año.
Puedes hacer el cepillado más divertido cantando una canción o animando a tu hijo. También intenta hacerlo mientras ve la televisión para distraerlo y además deja que tu hijo elija su cepillo, para que le haga más gracia lavarse los dientes.
Para finalizar, no dudes en consultar al odontopediatra durante el primer año. El será el encargado de evaluar el riesgo de caries y la necesidad de aplicaciones tópicas de flúor de acuerdo al riesgo.